Los déficits de audición, aislados o asociados a otros trastornos, van a tener una repercusión importante en el desarrollo psicomotor, así como sobre la integración social de los niños que los padecen.
La precocidad en el diagnóstico permitirá la puesta en marcha de estrategias con la finalidad de igualar o aproximar el desarrollo de estos niños al resto de la población.
Para ello será fundamental aumentar la sensibilización de los profesionales sobre este tipo de patologías. Por otra parte, la intervención de un equipo multidisciplinar en el seguimiento de estas patologías, precisa de una figura, como es el pediatra, que coordine todas las actuaciones.
1. CONCEPTO
La hipoacusia es una disminución o pérdida de la audición. La aparición de una hipoacusia bilateral durante la primera infancia va a entrañar una disminución de información que repercutirá de modo negativo en diversas áreas del aprendizaje y en su desarrollo posterior. Estas alteraciones serán mucho más graves cuando la sordera se instaure en edades más tempranas.
El riesgo de padecer una hipoacusia neurosensorial al nacer varía, según las diferentes series, desde el 1/1000 al 1/2000 en recién nacidos sanos. El porcentaje de sorderas profundas en neonatos ingresados en servicios de reanimación neonatal fluctúa entre el 1/200 al 1/60 según diversos autores. Por otro lado, las hipoacusias de transmisión son muy frecuentes durante la infancia, diez veces más que las sorderas de percepción siendo en la mayoría de los casos, hasta un 99%, adquiridas. Un tercio de los niños entre los dos y cinco años presentarán un cuadro anual de otitis secretoria, que se acompañará de una sordera de grado ligero o medio .
2. PREVENCIÓN PRIMARIA
La prevención primaria tiene como objetivo el evitar situaciones que puedan provocar por si mismas, o por su evolución, trastornos sensoriales graves. Para las hipoacusias neurosensoriales hereditarias y adquiridas disponemos de los siguientes métodos de prevención primaria:
SORDERAS DE PERCEPCIÓN ADQUIRIDAS PRENATALES
- Evitar la administración de fármacos ototóxicos y exposición a radiaciones durante el embarazo.
- Informar sobre los riesgos del consumo de tóxicos (drogas, alcohol y tabaco) y posibles efectos indeseables sobre el feto. Diversos autores señalan hasta un treinta y tres por ciento de hipoacusias neurosensoriales en hijos de madres alcohólicas.
- Campañas de información sobre la necesidad de estar al día respecto al calendario de vacunaciones, haciendo especial hincapié en la rubéola.
SORDERAS DE PERCEPCIÓN ADQUIRIDAS NEONATALES
- Controles de compatibilidad RH feto-materna. La ictericia nuclear, cuya causa más frecuente es la incompatibilidad sanguínea, va a provocar en un veinte a un cuarenta por ciento de los casos, una hipoacusia neurosensorial en el neonato. .
- Correcta atención en el parto actuando sobre los factores que puedan incidir sobre la aparición de una anoxia neonatal que será la responsable de un 4% de las sorderas profundas bilaterales.
SORDERAS DE PERCEPCIÓN ADQUIRIDAS POSTNATALES
- Calendario de vacunaciones al día, haciendo especial énfasis sobre las vacunas de la parotiditis, rubéola y Hemóphilus.
- Evitar administrar sustancias ototóxicas, especialmente determinados tipos de fármacos.
- Control de los niveles de ruido.
SORDERAS DE PERCEPCIÓN HEREDITARIAS
- Consejo genético que en ocasiones podrá incluir una encuesta familiar y estudio cariotípico.
SORDERAS DE TRANSMISIÓN INFANTILES
Son muy frecuentes durante la infancia y en el 99% de los casos son adquiridas (TABLA III).
- Adecuado tratamiento de los cuadros catarrales y focos de infección de vías respiratorias altas.
- Seguimiento especial de determinados grupos de pacientes con elevada predisposición a padecer otitis secretorias como en el síndrome de Down y en las fisuras palatinas.
3. PREVENCIÓN SECUNDARIA
El diagnóstico precoz es el primer paso para evitar la progresión de la enfermedad. En la sordera cobra gran importancia, ya que un diagnóstico tardío provocará un retraso a veces irreversible en lo que concierne a la adquisición de una serie de hitos referidos a la normalidad psicomotora. Dows y Sterrit propusieron en 1964 pruebas de identificación de riesgo en lactantes . El Joint Committee on Infant Hearing redactó en 1982 unos factores de riesgo de padecer hipoacusia en recién nacidos y lactantes y en 1990 fue ampliada la lista de dichos factores de riesgo. Finalmente, en 1994 y con la finalidad de intentar una detección precoz universal de los lactantes con una sordera, el Joint Committee on Infant Hearing elabora un nuevo informe en el que los factores de riesgo se definen bajo el concepto de indicadores asociados a una hipoacusia neurosensorial o de conducción:
INDICADORES ASOCIADOS A SORDERA NEUROSENSORIAL Y/O DE CONDUCCIÓNNacimiento-28 días
- Antecedentes familiares de hipoacusia neurosensorial infantil hereditaria.
- Infecciones durante el embarazo como el citomegalovirus, rubéola, sífilis, herpes y toxoplasmosis.
- Anomalías congénitas craneofaciales.
- Peso al nacer inferior a 1500 gramos.
- Hiperbilirrubinemia que precise exanguinotransfusión.
- Medicación ototóxica.
- Meningitis bacteriana.
- Puntuaciones de Apgar de 0 a 4 al minuto o de 0 a 6 a los 5 minutos.
- Ventilación mecánica durante al menos 5 días.
- Hallazgos correspondientes a síndromes que suelen incluir hipoacusia.
INDICADORES ASOCIADOS A SORDERA NEUROSENSORIAL Y/O DE CONDUCCIÓN 29 días hasta los 2 años de edad
- Sospecha por parte de los padres o educadores de una sordera, retraso en el habla o desarrollo del lenguaje.
- Meningitis bacteriana.
- Traumatismo craneal asociado a una pérdida de conciencia o fractura de cráneo.
- Hallazgos correspondientes a síndromes que suelen cursar con hipoacusia.
- Medicación ototóxica.
- Otitis media recidivante o persistente con otorrea durante por lo menos tres meses.
INDICADORES ASOCIADOS A SORDERA NEUROSENSORIAL DE APARICIÓN TARDÍA Para utilizar en lactantes de 29 días a 3 años de edad que requieren un control periódico de la audición.
- Historia familiar de sordera neurosensorial infantil hereditaria.
- Infección intrauterina, como citomegalovirus, rubéola, sífilis, herpes y toxoplasmosis.
- Neurofibromatosis tipo II y enfermedades neurodegenerativas.
INDICADORES ASOCIADOS A SORDERA DE CONDUCCIÓN DE APARICIÓN TARDÍA
Para utilizar en lactantes de 29 días a 3 años de edad que requieren un control periódico de la audición.
- Otitis media recidivante o persistente con otorrea.
- Deformaciones anatómicas y otras anomalías que afecten a la función de la trompa de Eustaquio.
- Enfermedades neurodegenerativas.
Más información:
Fuente: http://gmlaura8.wordpress.com
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